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Inde Mirulof Denait

jueves, julio 28, 2005

 


Cuando me dijeron que teníamos que dejar el carro en una entrada y caminar por un camino de tierra, me lo imagine completamente distinto a como fue en realidad... Antes de irnos, compramos una botella de ron para amenizar un poco mas la noche, la posada quedaba a unos veinte minutos de la ciudad, vía el páramo. Con nuestro respectivo arsenal de ron, cigarros, sueteres, chucherías y ganas de pasarla bien, arrancamos a las once de la noche, cantando por el camino porque no teníamos el frontal del equipo, Javier nos cantaba Joaquín Sabina y flamenco con su acento madrileño tan particular y nosotras cantándole a él la última de Scarlet Linares.
Después de atravesar el pueblo de Tabay, nos desviamos unos 10 min hasta llegar al final de la angosta carretera de cemento, justo allí, empezaba el caminito de tierra que nos llevaría a la posada, decidimos intentar con el carro, pero unos metros después, tuvimos que dejarlo en la entrada de una finca y seguir caminando, no había ni una luz, cuando apagamos el carro y nos bajamos, pudimos ver el cielo mas alucinante que alguien se pueda imaginar, estaba absolutamente cubierto de estrellas, no existía para nuestras vistas, distancia entre ellas, ni siquiera se podían distinguir las constelaciones mas resaltantes porque se perdían entre tantas luces, aún la luna no salía, nos reunimos en circulo para observarlas en silencio. Luego empezamos a caminar y como había llovido, el camino estaba convertido en barro y decidimos quitarnos los zapatos, la sensación del barro frío en los pies fue mucho mas placentera de lo que esperábamos, aunque el silencio y la oscuridad llegaron a ser bastante intimidantes. Al caminar un poco, vimos la posada al frente, una casa grande y blanca, con estructura de madera oscura, todo un espectáculo, todavía teniamos que rodear un poco la montaña para llegar a ella, entre risas disfrazando algo de miedo llegamos, lo que nos encontramos nos gustó aún mas, la cabaña grande olía a madera húmeda mezclada con pino, habían hamacas en los corredores y luz amarilla tenue...y hacía un frío perfecto.
Como termino la noche, lo describiré, en mi siguiente post, por ahora, disfruto recordando ese cielo y el olor a humedad de la montaña.

Comments:
Nunca dejare de pensar que las montañas son mágicas. Aunque existen sitios especiales la energía de los 2000 msnm en adelante es impresionante. Que bueno que las tengas cerca...yo no puedo hacerlo tan frecuente.

Por cierto tu descripción esta excelente...saludos!!!
 
Yo prefiero la playa a la montaña, pero ese paisaje que describes suena muy tentador.
 
awwww...la montaña.....tengo infinitas ganas de ir para algun monte cercano a respirar aire fresco,pero de tanto inhalar al rato me da dolor de cabeza, pero que con un buen calentao se quita..ummm!!!...
 
Es muy cierto lo que dice César. Eso es lo que te traté de explicar una vez (no creo que lo recuerdes), pero más impresionante aún es.............................hice un comentario al respecto en mi blog
 
quiero montaña quiero montaña quiero montaña.... mientras mas alta y lejos mejor, no me importa acampar

linda la descripcion, es cierto
 
Que bien dibujas con tus palabras... escribes exelente.
 
... lo unico que puedo decir... es que quisiera estar escuchando Joaquin Sabina denuevo en esa cabana...
 
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